TESTIMONIOS

Todos los testimonios que se presentan en esta sección corresponden a casos reales exitosos que se han tratado en el consultorio del Dr. Chahín.  

Si lo desea, en el trascurso del proceso psicoterapéutico tendrá la posibilidad de  hablar con personas que han sido pacientes del doctor y han culminado su proceso, 

César  

Este mes cumplo 46 años. Sufrí de depresión los últimos cinco años. Tuve en ese tiempo cinco intentos de suicidio. Fui hospitalizado cuatro veces por problemas mentales. Mi vida no tenía ya esperanza, sólo esperaba que la muerte llegara para descansar de este sufrimiento. La depresión es lo peor que me ha pasado en mi vida. Todo era negro y no tenía esperanza. Me la pasaba todo el día acostado, dejé de trabajar y no hacia nada. Mi mujer y mi niña sufrían mucho. Yo me sentía culpable, y cuando las veía me daban de matarme, para que ellas pudieran descansar de mi. Fui donde muchos médicos y psicólogos, todos decían lo mismo, no me convencían, pues no me servían sus consejos para nada. Un día me llevaron donde el doctor Nicolás.  Yo estaba muy incrédulo y con mucha rabia con todos los psicólogos, incluso fui maleducado con el doctor y de manera agresiva le dije que los psicólogos no servían absolutamente para nada. El doctor me escucho respetuosamente y en silencio.  Al final de la consulta se me acercó y con voz calmada y tranquila me dijo: "Todo está en usted, solo debe aprender a pensar diferente y verá que la depresión se va. ¿Por qué no  se da esa oportunidad? Si  acepta el reto lo espero la semana próxima". Yo le dije que no volvería y me fui sin despedirme.

Sin embargo, volví a la siguiente cita.  El doctor me saludó cálidamente y entusiasmado expresó "Bienvenido, vamos a empezar a cambiar tus pensamientos para que cambie tu vida ¿Estás listo?"

Eso fue lo mejor que pude hacer en mi vida. Las terapias fueron muy distintas a las que yo había tenido. Y para sorpresa mía la depresión empezó a desaparecer. Efectivamente aprendí a pensar diferente y me empecé a sentir mejor. Hoy la depresión es parte de mi pasado. Agradezco al doctor su paciencia y el haberme ayudado a volver a creer en mi y en la vida.

Marco 

Soy de Bogotá, 34 años,  abogado. Les voy a dar mi testimonio de vida. El año pasado viví la peor etapa de toda mi vida. Tuve un trastorno  que casi acaba con mi vida. Una mañana desperté con una idea espantosa y muy mala que me asustaba muchísimo. Ese mal pensamiento me atormentaba día y noche, y no se iba a pesar de que yo luchaba y  luchaba para que se fuera. Fue tanto lo que sufrí con eso, que un día desesperado atenté contra mi vida y terminé internado en una clínica psiquiátrica. Entonces mi hermano mayor, me llevó a donde el doctor Nicolás. Pues él  le había tratado a su suegra un problema de nervios. Yo, para mis adentros pensaba que mi enfermedad mental era incurable, pues eso era lo que había leído por Internet. 

El tratamiento con el doctor Chahín duro cuatro meses, y para mi sorpresa con las orientaciones y técnicas de las terapias me fui mejorando. No niego que tuve en el proceso varias crisis muy duras. Pero poco a poco se empezaron a ir esas ideas. Aprendí a manejar esos pensamientos con la terapia cognitiva. Ahora ya han pasado varios meses y me siento mucho mejor. Además, el psiquiatra me quitó la droga para la ansiedad. A veces me vuelven los pensamientos, pero aplico las técnicas que aprendí y logro nuevamente el equilibrio. Agradezco al doctor toda su ayuda. 


Penélope

Oscuridad + Miedo + Tristeza + Llanto + Síntomas físicos (insomnio, desaliento, inapetencia, diarrea, escalofríos, pérdida de emociones, deseos de morir) = DEPRESIÓN MAYOR.

Ese fue el diagnóstico, luego de un año de intensos exámenes en  que finalmente los médicos pudieron concluir que tenía depresión. Ese fue mi dictamen  hace 8 años. Y en ese momento  mi vida se transformó.

Estuve internada cuatro veces en el hospital psiquiátrico. Desde mi experiencia, me di cuenta que salir corriendo al hospital psiquiátrico, no era la solución. Porque el llenarme de tantos medicamentos me alejaban cada día más de la realidad.

Entendí junto con mi familia, que no podía cargar sola con esta situación que nadie comprendía y tal vez nadie vivía. Que necesitaba una persona a mi lado, alguien que tomara los pedazos de mi vida y pudiera ayudarme a moldear con ellos la persona que alguna vez había sido.

El doctor Nicolás Chahín Pinzón, con su gran experiencia, técnica, sus intensas investigaciones, siempre acucioso y disciplinado realizando estudios en diversos países con el fin de aplicar en cada terapia su conocimiento, me ayudó a reconstruir mi vida y a encontrar el rumbo que alguna vez perdí.

Me enseñó no a ser la misma persona que tocó fondo.  Sino alguien mejor, capaz de tomar esa vida tan valiosa como lo es MI VIDA y entender que SÍ SE PUEDE, que soy productiva y aún tengo muchas cosas por hacer. Tan sólo necesitaba aprender a vivir y me siento tan afortunada porque en este presente realmente sé lo que es vivir.

María 

Durante muchos años soporté situaciones extremadamente traumáticas de abuso sexual, violencia física y psicológica. Viví por más de 10 años una doble vida callando por miedo y aparentando estar bien ante mi familia y el mundo hasta que a la edad de 20 años psicológica y físicamente colapsé al punto que sufrí una enfermedad que me dejó físicamente paralizada.

Con mucho miedo pero implacable valor decidí contar a mi madre lo que estaba sucediendo, no teníamos conocimiento alguno de cómo afrontarlo.
Casi por un milagro, mi familia materna logró contactar al Doctor Nicolás Chahín. 
Comencé un arduo proceso psicoterapéutico en el cual con mucha voluntad, disciplina, red de apoyo familiar y sobre todo bajo el incondicional compromiso profesional, humanidad e idonei
dad del Doctor Nicolás logré sanar paso a paso.
Actualmente soy una mujer de 32 años, autosuficiente, con ganas de continuar viviendo, con un proyecto de vida sano y prometedor.
Bajo la técnica de Psicoterapia Cognitiva, el Doctor Nicolás me llevó
a reconocerme, descubrí la verdadera fuerza y vida que hay en mi. 
 

Juan David

Tengo 13 años y le tenía miedo a quedarme solo en la casa. En la noche me ponía peor, no podía dormir. Entonces me iba a la cama de mis papás. Me daba pena, pues soy el mayor de tres hermanos. Mi tía que es médica le dijo a mamá me llevara donde el doctor Chahín. Él me ayudo a perder el miedo y ser más seguro de mi mismo. Me gustaba mucho ir a las citas los viernes. Ahora soy otra persona, ya duermo solo en mi cuarto y me puedo quedar solo en la casa todo el día. 

Helena 

A veces buscamos al psicólogo para solucionar un problema puntual, lo que no sabemos es que para modificar las cosas, debemos hacer un cambio en nuestra manera de pensar, de actuar y tomar decisiones que implican retos. 

Ésta es una de las razones por las que recomiendo al Dr. Nicolás Chahín Pinzón, ya que me enseñó a resolver por mí misma los problemas con mis hijos, para recuperar la paz en el hogar. 


Ricardo

Del  TOC al hoy  (Trastorno Obsesivo Compulsivo) . Empezaré diciendo que HOY soy un hombre feliz, y me siento enormemente agradecido por eso. Debo toda mi gratitud por mi estabilidad al Dr. Nicolás Chahín, quien fue la persona que me indicó el camino y me animó a tomar la decisión de aceptar que era yo quien tenía el poder de gestionar mi mente.  Yo era un caso de Trastorno Obsesivo Compulsivo severo.  Mi vida no era un caos total, creo que era algo más que eso. 

En algún momento de mi vida, entre mis 14 y 15 años de edad, empezó a sucederme algo muy extraño. Algo que me aterrorizaba sobremanera y me producía una sensación increíblemente horrible, induciéndome a vomitar, temblar, llorar demasiado y me quitaba el sueño casi por completo. 

 Recuerdo con mucha claridad que un día me salió una espinilla en una de mis mejillas, y ésta venía acompañada de una estampida de pensamientos muy ilógicos, perturbadores y exageradamente intrusivos. Se alojaban en mi mente y entre más deseaba que se fueran, más me hacían daño. Estos pensamientos eran:  "Mi cara se va a desfigurar. Seré un monstruo que aterrorizaré a todo aquel que se me cruce por el camino. Ya no soy el mismo, estoy volviéndome un muchacho desfigurado y espantoso".

 Esto hacía que yo no deseara salir de la casa, y cuando lo hacía, salía en busca de personas con acné, e involuntariamente llegaban los pensamientos anteriormente mencionados. Luego de eso vomitaba y empezaba a temblar, no vomitaba porque sintiera asco; lo hacía debido al miedo tan sobrecogedor que se apoderaba de mí. Así reaccionaba mi cuerpo. En ese estado duré una semana, siete días exactos. Durante esa semana no pude dormir, sólo tenía micro sueños y además perdí mucho peso. Un día (el octavo día) esos pensamientos se fueron de un momento a otro, yo quedé muy agotado, asustado y confundido. Pero con mucho temor de que eso que, no sabía qué era, volviera a ocurrirme nuevamente.

Llegué a pensar que estaba enloqueciendo. Un día un dirigente religioso me dijo que eso se trataba de un espíritu demoniaco. Año tras año yo vivía muy atemorizado y expectante, no deseaba que ese "demonio" volviera. Pero regresaba y duraba más tiempo, era horrible. Siempre me pasaba eso cuando emprendía nuevos retos, tales como cambiar de un grado a otro, o cuando iba a hacer un viaje y cosas así.

Un día yo estaba llorando mucho, y la verdad casi no comía porque pensaba que la comida era la fuente de mis "barros" (que eran más imaginarios que otra cosa, pues no era un caso grave de acné) pensaba que toda la comida era grasosa y que yo debía tomar agua y comer sólo verduras, me estaba alimentando muy mal. Mi mamá me dijo "Papito coma, coma porque o si no se va a enfermar" yo le dije que no quería comer y le respondí de mala manera. Le dije "de malas, yo deseo es morirme" Ella me dijo "Papito, no sea así, yo sé que usted no es así, sé que está asustado; pero saldremos de esto. Sé que usted no se quiere hacer daño ni me quiere hacer sufrir a mí"

Ese día fue uno los días más oscuros de mi vida. Esas palabras "sé que usted no quiere hacerme daño" se tornaron en mi mente como algo totalmente contrario, mi mente me decía que YO IBA A MATAR A MI MAMÁ. 

Los pensamientos de que me iba a volver un monstruo lleno de barros y tumores y todo lo anteriormente mencionado, eso ya no me afectaba. Ahora los pensamientos era distintos, era de otro mundo; infernales y muy profanos. Me invalidaban casi por completo, me aterrorizaban tanto que yo, deseaba morir. Yo veía a mi madre degollada, violada, muerta y todo que lo había hecho. Es decir, yo la imaginaba, y me llegaba como esas fotos mentales y era un horror, un espanto. Tan fuerte eran esas obsesiones que, incluso yo repetía palabras de insultantes y obscenas contra ella (claro, no se las decía a ella, pero las decía a solas y luego repetía incansablemente, No, no, no, no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no). Era un círculo sin salida, no había más salida que la muerte. Pues yo decía: "Prefiero la muerte que ponerle un dedo encima a mi madre". Esas obsesiones me hacía creer que mi misión era destruir a mi familia, que yo debía matar a mi mamá. 

Era algo horrible, Yo me golpeaba la cabeza y decía: No,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no. 

Luego me iba para la cama a repetir yo soy bueno, no, no soy malo, yo soy bueno. 

Esto me sucedía cada fin de año y fue así hasta el año 2006. La crisis me duró tres meses y salí de ella sin saber cómo. 

La penúltima crisis que tuve fue en el año 2008 cuando me fui a estudiar a la universidad. Igual, todo basado en matar a mi madre y en que yo iba a ser quien matara a mi familia. La crisis me duró 4 meses y cuando empecé a estudiar y a tener responsabilidades académicas, de algún modo, que no sabía cómo, pero eso se había ido. Cada vez yo iba quedando más y más temeroso y débil de que eso regresara y me hiciera matar a mi mamá. 

Pasaron 9 años sin crisis, yo pensé que eso ya era tema superado, no me había regresado ese horrible modo de pensar. 

La última crisis me ocurrió el año 2017 de enero hasta finales de Marzo. Casi me mata. Fue tan fuerte que intenté quitarme la vida, yo había ido a ver al psiquiatra, el me diagnosticó TOC, y me medicó. En mi desespero por querer morir y no matar a mi mamá, yo intenté quitarme la vida ingiriendo una alta dosis de Lorazepam y Clonazepam. Cuando abrí los ojos estaba en una clínica psiquiátrica. El verme así, sólo y medio "loco" me asustó muchísimo. Estuve hospitalizado tres días y el Psiquiatra me dio la salida. Temeroso y desubicado, me enfrentaba con la realidad de tener que regresar a mi trabajo. 

En esos días, ocurrió algo que cambiaría mi vida de la manera que yo menos lo esperaba. Mi hermana me habló de un psicólogo clínico muy bueno, y me dijo que ya me había apartado una cita. Yo acudí sin muchas expectativas. Al principio yo creía que estaba perdiendo el tiempo. Yo no creía en absoluto en eso, pero, a la vez esperaba que el Dr. Chahín me solucionara el problema, que me salvara de eso (tal cual le dije una vez, estaba ahogado en llanto "sálveme doctor"). 

A medida que las terapias fueron avanzando, yo empecé a ver que eso que yo tanto temía era en realidad algo que yo permitía que llegara y me dominara. Esos pensamientos son poderosos solamente porque yo les "paraba bolas" El Dr. Chahín supo explicarme cómo funcionaba el TOC, me enseñó de forma muy cariñosa y firme que yo había aprendido una forma errónea de pensar y que si yo deseaba, podría cambiarla y liberarme de ese "demonio". Digo, gracias al Creador por eso. El Dr. Chahín me enseñó a pelear contra esos pensamientos. Y la forma más eficaz de pelear con ellos es justamente dejarlos morir de hambre, no hablar con ellos, no intentar contradecirlos, no buscar reafirmarme a mí mismo que "soy bueno y que no voy a hacer nada malo, ni a matar a nadie". 

 Aprendí a gestionar mi mente, a gestionar mis pensamientos. Aprendí a no tratar de racionalizar esas ideas intrusivas, pues ellas nunca pierden, son irracionales, son necedad. Todo fue un proceso de mucha constancia, de mucha voluntad y fortaleza, pero sobre todo fue un proceso de tomar la decisión. 

Hoy, marzo 27 de 2018 estoy bien, estoy tranquilo y equilibrado. Y no estoy así porque así es la vida, no. Estoy así porque aprendí a decidir estar bien y aprendí a no tenerle miedo a esos pensamientos. 

Aún llegan, no con tanta frecuencia como antes, pero aún llegan y lo que aprendí con el Dr. Chahín es mi fortaleza. De ese modo él cumplió su palabra de "te voy a ayudar".  

Me dio una arma muy poderosa, me enseñó a hacerme cargo de mí mismo

.

Vladimir 

Mis únicas palabras son: Gracias. Gracias al Dr Nicolás Chahin hoy puedo ver un nuevo amanecer en mi vida, él me enseñó a mirar el miedo a los ojos y a no temerle. Yo recomiendo esta metodología y sobretodo al Dr. Chahin, quien hace que ésta tenga sentido. Bendito sea el Dios el Creador.

Jesús  Armando 

Tengo 45 años de edad y escribo este testimonio hoy 6 de mayo del año 2013, de forma voluntaria, a petición del Dr. Chahín, quien me ha tratado durante 6 meses desde diciembre de 2012 hasta mayo de 2013.

El 24 de agosto del año 2012, presenté un cuadro de amnesia regresiva estando en la ciudad de Miami (USA), es decir, perdí mi memoria .Estuve 5 días en un hospital de esa ciudad y otros 8 días en la casa de unos primos. Luego fue trasladado a Medellín y después al Socorro

De inmediato fui remitido al neurocirujano, y una vez que se comprobó el hecho de que no existía daño físico en el cerebro, fui remitido a psiquiatría. El siquiatra me recetó medicamentos y determinó que la única manera de recuperar mis recuerdos era con terapia de psicología, en ese momento llegué a la consulta del Dr. Chahín.

Yo estaba realmente en un estado de confusión total, no conocía a nadie, excepto a mis dos hijas, a pesar de que estaba en casa de mi madre, desconocía el lugar, la ciudad, a mis familiares y a mí mismo. Cualquier actividad, por mínima que fuera, era aterrorizante y solo lograba dormir por el efecto de los medicamentos que me había recetado el siquiatra.

En todas las ocasiones en que fui al médico, era mi hermano o mi madre quienes hablaban por mí. La primera vez en la consulta del Dr. Chaín, sucedió lo mismo, así que de entrada no me inspiró mucha confianza, cuando lo escuche hablarme en esa ocasión. De hecho, las palabras con que me hablaba el Dr. Chahín no lograba comprenderlas, no las entendía, no lograba captar que era lo que él quería decirme.

Yo percibía de alguna manera la preocupación creciente de mi familia, pero ellos me trataban como si hubiera quedado como un bobo. Eso empezó a cambiar cuando ellos fueron a la consulta del Dr. Chahín, él se demoraba más con ellos que conmigo, pero yo note el cambio e inferí, por línea de tiempo que era consecuencia de las charlas de mi familia con el Dr. Chahín, ese detalle me hizo esforzarme por entender lo que él quería transmitirme.

La primera cosa que logré entender de todo lo que él me decía, fue intentar estar tranquilo, mi cerebro bullía de muchas inquietudes, preguntas, cosas que imaginaba y que no podía explicar. Él me comenzó poco a poco a enseñar las técnicas para que mi cerebro funcionara de forma ordenada, metódica y racional.

Lo gratificante del caso es que comenzó a funcionar, podía tranquilizarme y analizar, evaluar, inferir y entender.  Logré comenzar a captar que era lo que el Dr. Chahín quería que yo hiciera.

Me enseño a asociar hechos, lugares, olores y utilizar todos mis sentidos para relacionar eventos que de alguna manera llegaban a mi cabeza. Así empecé a recordar cosas, lugares y personas. Eso significó recordar a mi familia...... y entonces comenzó a fluir todo...... realmente empezó mi recuperación.

En un inicio, esa técnica de asociación de hechos y eventos hacia fluir a borbotones cualquier cantidad de recuerdos, eso me apalancaba y me emocionaba, me daba moral. Cada sesión con el Dr. Chahín descubría nuevas cosas, nuevas maneras de recordar, nuevos hechos entendidos y sobre todo, poder sentir quien era yo, que hacía y que debía hacer.

Pienso que en ese orden de ideas y en ese momento en el tiempo, el Dr. Chahín comenzó a hacerme entender la causa de mi amnesia. Me ayudó a comprender la forma errónea como manejé mis emociones durante muchísimos años. Me ayudó a comprender y entender que en la vida, lo más importante eres tú mismo, antes que nada y que nadie. Yo no lo había hecho así y por eso acumulé durante años preocupaciones, miedos, temores, vergüenzas, penas, alegrías, y tristezas. Y otras muchas cosas que nunca expresé porque tenía un modelo de vida que no me dejaba demostrar mis emociones básicas. Todos veían en mi un tipo jovial y que SIEMPRE estaba bien, contento, afable y disponible para todos. Pero esa acumulación de eventos causó un colapso emocional que me desconectó del mundo, porque simplemente no supe qué hacer.

En la actualidad y después de seis meses de tratamiento, logré recuperar mis recuerdos, mis memorias y sobre todo la confianza en mí. 

Hoy estoy trabajando en mi profesión y tengo ahora una visión de la vida que me llena y me gratifica, porque estoy trabajando para ser feliz. Se lo que debo hacer y cómo lograrlo.

Ignoro cuál sea la causa que te pueda llevar a solicitar una cita donde el Dr. Chahín. Pero si estás aterrorizado y confuso, sin saber  qué hacer o cómo hacerlo, déjame decirte que estuve en el mismo lugar que tú, y el doctor que vas a tener al frente, me ayudó a mí familia y a mí a solucionar lo que no tenía solución. 

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